El lector tiene en sus manos un conjunto de poemas que convocan a las palabras en torno a un círculo de tierra y de recuerdos. Ángel Leiva, nacido en Simoca (Tucumán) pero ciudadano del mundo desde que emigró del país en la década de los setenta, coloca en el centro de un jardín el “Árbol de Luz de la memoria” con hojas de color rojo y tesitura de roble. Ubicado en el ramaje frondoso de ese árbol, el poeta se torna un gran Ojo que desarma la distancia y la reconstruye en el poema asido a la lengua de los errantes.
La palabra es errante, se desplaza y se comparte. Se parece a la de un fogón en el patio de la casa del mundo. Del brasero chispean las memorias heridas y los sonidos de una tribu nómade. Alrededor del círculo, las palabras se abren y construyen un nuevo puente entre el poeta y su lector.
Un jardín se ha empezado a construir: solo resta dar vuelta la página para meter de lleno las manos en la tierra.
Martín Aguierrez
FICHA TÉCNICA
100
1ra
170 gr.
978-987-1881-76-5