Ilustrado con bellas reproducciones de algunas de las obras del pintor Luis Lobo de la Vega, este poemario de Manuel Serrano Pérez gira en torno a la imagen del árbol, metáfora polisémica y universal como pocas.
Habitantes ya de estos territorios milenios antes de que el hombre los hollara, nuestros árboles cumplen su destino vertical bajo el sol vibrante del subtrópico. Y en la trama redonda del tronco, encierra árbol el recuerdo de su edad con la constancia de los que cada año trajo: sequía, abundancia, fuego o el hielo, la condición gozosa o apesadumbrada que la vida va deparando… «Yo sabía que el tiempo era redondo», nos confía el poeta, sabedor del carácter cíclico de la experiencia.
FICHA TÉCNICA
64
1ra
17x11 cms.
978-987-1366-25-5
